Reflexión 1 "EDUCARSE EN EL HIPERESPACIO": Se puede empezar un plan de educación virtual, por el final del proceso
Eurídice Sosa Peinado.
Universidad Pedagógica Nacional
Unidad Ajusco.
Puede empezar su plan de educación en línea o virtual, pensando como primer paso: el final del proceso, - esta es una idea contra intuitiva-, porque nos han recomendado pensar linealmente, desde muchos enfoques pedagógicos, pero si vas a planear una primera experiencia de educación en línea, es un primer ejercicio muy necesario, pensar en que va a concluir el proceso formativo que va a proponer.
Un primer reconocimiento necesario, es aceptar que estamos cambiando de escenario, de recursos, ambiente para favorecer la construcción de los aprendizajes, donde ya no va mediar nuestra presencia tridimensional, ni la de los educandos, donde no va mediar nuestra intuiciones escolares como las conocemos, que ya no estaremos dispuestos en los edificios escolares en que tradicionalmente tenemos un aula designada para ello y que muchas de las interacciones inmediatas de la gestualidad no serán tan evidentes, donde no sepamos de la mirada del otro, de como manipula los objetos, de la capacidad de enunciarlos, de lo que hemos hecho por muchos años, entonces es empezar a reconocer que estamos frente algo nuevo y con cierta incertidumbre.
Por ello, el paso a la virtualidad no es sólo un cambio tecnológico, ojalá fuera solo eso: el uso de una nueva herramienta, sino sobre todos es un cambio del ecosistema pedagógico o sea de las relaciones e interacciones en juego para aprender y enseñar (
Chang, M. E.). Les propongo para ello, que pensemos temporalmente como lo hacen algunos de Chefs de la alta cocina, hagamos un ejercicio de imaginar de deconstruir, reducir o clarificar, qué es lo fundamental de lo que ha ocurrido en nuestra experiencia educativa, antes de entrar a lo virtual.
Para ello, un primer paso necesario, es primero identificar la finalidad o finalidades del proceso educativo virtual que queremos diseñar. Imaginar, anticipar o suponer el final, poder enunciar cuáles son capacidad(es) fundamentales a desarrollar, qué capacidad(es) qué acciones podrán hacer nuestros educandos después de la experiencia educativa virtual, qué capacidad(es) de procedimiento o metodológicas estarán en posibilidad de realizar los educandos a las cuales convoquemos.
Qué es lo esencial o fundamental del tramo de la experiencia educativa que propondremos como oferta virtual, qué es lo que recuperamos como lo valioso de cursar esa propuesta a distancia, lo que hace la diferencia desde nuestro punto de vista, lo fundamental para nosotros como educadores, en silencio o con quien más confianza usted tenga, pueden escribir, que sería lo fundamental al terminar el curso virtual, la diferencia de haberlo tomado o no, lo aprendido sí o sí y escribirlo, no nos quedemos solo con pensarlo, porque la educación virtual es sobre todo vehiculizada por la escritura y tenemos que empezar a escribir todas nuestras intenciones.
Por si gustan… empiecen por escribir un listado telegráfico de eso fundamental o esencial del curso que quiero diseñar:
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Quizás no aparezca claro, la primera vez, al pensarlo porque aparecerá lista de contenidos y temas, estos como una lista suelta de elementos, esta lista no pueden ser la mejor opción, para diseño virtual, porque aprender contenidos sueltos como temas y subtemas, no necesitan un plan de educación virtual, si lo que nos interesa es transmitir solamente información, es algo que podríamos resolver con hacer un repositorio virtual.
Un Drive o Dropbox o Facebook o la herramienta que prefieras, sería suficiente si lo que te proponés es comunicar información en una plataforma virtual, basta un repositorio de lecturas y una batería de ejercicios o cuestionarios, para que verifiquen la información que queremos destacar, no necesitamos un plan de educación virtual y el orden normalmente lo da, un programa institucional ya establecido.
Un repositorio con una batería de ejercicios o cuestionarios es suficiente si nuestro interés (Freinet, Celestine, Freire Paulo) es transmitir en un solo sentido la información, ahí esta jugando en mucho las capacidades de la comprensión lectora, pero sobre todo la verificación de nuestra parte de si el estudiante identifico cierta información, pero no estamos centrados en el proceso de lo que construye el otro como aprendizajes o aproximaciones a ellos.
Nuestra cultura es letrada y es un paso fundamental leer, es más es indispensable lectura siempre en nuestros procesos educativos, pero no sabremos que construyeron los participantes, solamente con cuestionarios y ejercicios, nos responderá que identifico o no la información que nos interesa, no lo que ha construido o aprendido.
Si eso nos demanda las instituciones donde estamos que los educandos sólo aprendan lista de temas y contenidos, esta bien, pero nuevamente nosotros con nuestra experiencia necesitamos sopesar, ¿qué hemos aprendido de enseñar ese curso en presencial?, ¿qué les fue posible aprender o construir en el aula que lograron en nuestra experiencia que los educandos identificar, reflexionar? ¿Qué procesos lograron desarrollar, metodologías que aplicaron o valoraciones qué realizaron los educandos con los que trabajamos, en las condiciones reales que normalmente vivimos, qué les ha sido posibles de desarrollar? ¿Qué me ha sorprendido y aparece como aprendizaje novedoso, original, no pensado de mi parte, pero que han logrado los alumnos y me han dicho en un curso similar ante mi sorpresa? Entre otras interrogantes que nos pueden ayudar a saber, qué capacidades lograron ampliar, desarrollar o desaprender al final.
¿Qué han aprendido mis estudiantes y es lo más valioso a conocer en el curso que voy a diseñar de manera virtual?, se puede enunciar cómo:
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Como ven, una posibilidad para entrar al diseño de la educación virtual puede empezar por reconocer en lo que somos experto, ese es nuestra mayor potencia, ese es nuestro gran recurso, que es lo valioso y fundamental, que han aprendido con nosotros los alumnos.
No se preocupen por la tecnología para pensarlo, ella ya esta disponible en éste siglo XXI y las plataformas educativas son muy amigables ya lo veremos, pero lo que es indispensable, que nadie puede hacer por nosotros, es nuestra reflexión de nuestra práctica docente, con distancia o extrañamiento de la misma, de las muchas o pocas experiencias que tengamos como docentes y como alumnos, que ha sido lo fundamental en los tramos de encuentro de un curso similar al que queremos diseñar, realizar o evaluar de manera virtual.
No importa sean muchas o pocas las capacidades que al final identifiquemos de nuestra experiencia, en el desarrollo de un curso en los planes de estudios o como cursos sueltos, incluso puede ser mejor si sólo identificamos una capacidad, porque ello, permite algo importante en la educación virtual saber a donde estamos convocando, a donde invita a conducir nuestra propuesta, que es lo que propone que se construya, refuerce, amplié, desaprenda de los saberes y representaciones sociales previas de sus mundos, de los futuros participantes de nuestros cursos.
Porque entonces si podremos pensar, una vez clarificado como anticipamos lo fundamental o esencial al final del proceso, podemos enunciar una finalidad educativa, una(s) capacidad(es) que son posibles de pensar, como un plan anticipado, como una ruta a la que invitaremos o convoquemos a nuestros estudiantes, para acercarse por aproximaciones sucesivas
(Freinet, Piaget, Maturana,Pozo)al desarrollo y aprendizaje de dicha capacidad, sabiendo que lo que siempre está al centro de la experiencia escolar es la heterogeneidad, de ello, ya profundizaremos en futuras entregas.
Así que en esta ocasión les propongo que la entrada, su ingreso al diseño pedagógico en la educación virtual, sea por la reflexión su nuestra práctica docente, desde un contexto específico, en situación
(Díaz Barriga, Ángel y Díaz Barriga Frida), es indispensable pensar nuestra experiencia en lo presencial para pensar la virtualidad, necesitamos analizarla para identificar lo fundamental y esencial a ser construido, analizado, ampliado, cuestionado, desarrollado, antes de pensar los pasos a proponer y convocar a nuestros estudiantes, en la virtualidad, seamos minimalistas en nuestros primeros diseños virtuales, por muy ilustrados, muy conocedores, muy expertos, usemos todo nuestro experiencia condensada en el diseño de las rutas, no en sumar finalidades, que sólo nosotros podamos realizar, sino evaluando nuestra experiencia lo logrado, lo posible en el aula.
Así que la siguiente entrega será: “Diseñemos Rutas posible”
Van algunas referencias bibliográficas, descargables en google book, ya saben son los textos completos, pero es el reservorio más accesible, por quien se interese en leer más sobre los autores que me respaldo:
1) Díaz, Barriga Frida (2018) Experiencias de aprendizaje mediadas por tecnologías digitales. México, UNAM
2) Pozo I y Pérez, M.deP.(2015) Psicología del Aprendizaje Universitario. Madrid. Morata
3) Freinet Celestine, las Invariantes Pedagógicas en el texto de Imbernón Francisco: Las invariantes pedagógicas y la Pedagogía Freinet cincuenta años después.
PD. Recuerden no son todos los autores, voy a hacer algunas recomendaciones de lecturas fundamentales o esencial en la bibliografía también.
Si gustan descargar la versión integra en digital lo pueden hacer de:
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